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| Gerardo García |
Los actores de esta trama están más que sorprendidos. Han leído sobre ellos en una historia construida con medias verdades. Han sido involucrados, pues, en un conflicto inexistente. Una nueva grilla mediática operada por un pequeño grupo de personajes que en la intriga encuentran su esencia.
La historia que narran, y que ha sido replicada en espacios periodísticos por dos columnistas en medios impresos en el Distrito Federal, es la siguiente: por estar endesacuerdo con el manejo de los fondos de promoción institucional en Cancún, un grupo de hoteleros españoles protestaron en la Asociación de Hoteles, uno de ellos retirándose de la misma y los otros pugnando por la instalación de un comité que revise el manejo de estos fondos.
…Por lo pronto las cadenas Ibertostar, Barceló y Meliá no dejan la Asociación pero crearán, entre otros, el comité de revisión del impuesto al hospedaje. Quien si les dijo adiós fue el grupo hotelero Oasis, con sus casi 3 mil cuartos. Se lee en una columna publicada ayer por Lourdes Mendoza en el periódico Reforma.
El asunto es que esto no es verdad.
En efecto hay una ruptura en el seno de la Asociación de Hoteles de Cancún. Tras la llegada de Carlos Gosselin a la presidencia de la misma a la muerte de Roberto Cintrón y el alargamiento del periodo para el que el fallecido hotelero estaba electo, en efecto el grupo de hoteleros ibéricos manifestó su rechazo y el Grupo Oasis, presidido por Pedro Pueyo, decidió salirse de este organismo empresarial ante lo que consideró una medida que violentaba los estatutos de la misma. Rompió con la Asociación por considerar que la ampliación a diciembre del periodo de Gosselin al frente, rompía con la legalidad y no quiso mantenerse en ésta. No lo hizo en ningún momento por estar en contra del manejo de los fondos de promoción. Cercanos a Pedro Pueyo en su interés de transformar este organismo y generarle mejores condiciones de operación y negociación, se encontraban representantes de las cadenas hoteleras mencionadas. Su interés no se encontraba como escriben los periodistas en un asunto de manejo del impuesto al hospedaje, sino en un conflicto inherente al manejo institucional de la Asociación de Hoteles de Cancún.
La Oficina de Visitantes y Convenciones de Cancún, que maneja la promoción institucional del destino, no decide arbitrariamente en que se invierten los fondos provenientes del impuesto mencionado. Para operar, cuenta con una junta de gobierno en la que participan representantes gubernamentales y de la iniciativa privada. Los hoteleros, en este caso, han tenido siempre la información del manejo de los fondos de promoción y han participado de la aprobación de las campañas.
Las columnas mencionadas se sostienen en una verdad a medias. En efecto, algunas cadenas españolas manifestaron su descontento con la sucesión de la asociación a la que pertenecen y una de ellas, Oasis, decidió retirarse de ésta. No fue, no es el resultado de alguna protesta por el manejo de los fondos promocionales, sino un conflicto interno de un organismo empresarial.
Hay un grupo político conocido por su constante maledicencia que es el que ha soltado este rumor que ha encontrado espacio en algunos columnistas; ellos no sólo difunden medias verdades, sino que no dicen, por ejemplo, que el gobernador Roberto Borge ha sostenido reuniones con los actores involucrados en el afán de evitar que la asociación que aglutina los hoteles del destino más importante del país se rompa. Pero lo que ellos buscan simplemente es sembrar la intriga en el afán de plantear un escenario inexistente.
Cuentos del Cambio.
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