domingo, 4 de marzo de 2012

EL HOMBRE DE LAS 3 PIERNAS. (Última Parte) Colaboración de: Frank Barrios Gómez.

El sentido de la vida imperó en el pequeño, a pesar de las burlas que recibía. A los 7 años de edad, sus padres lo llevaron a un hospital para que viera a otros pequeños, que estaban en circunstancias peor que él. Ciegos, faltos de alguna extremidad, incapacidad total, sordos y lo peor, abandonados a su suerte. Esto hizo que el pequeño reaccionara y aceptara su estado físico. Su familia era adinerada y de buena preparación académica.
A los 8 años de edad, Lentini emigró hacia los Estados Unidos de Norteamérica, donde poco tiempo después se enroló en un circo, siendo la atracción principal. Sus familiares
L
nunca estuvieron de acuerdo, pero consideró que era la mejor decisión para él. Fue la principal atracción en el Ringling Brothers Circus, donde era anunciado como “El gran Lentini”.
Más tarde, realizó una gira de trabajo con “Barnum y Bailey”, y “Buffalo Bill Show’s Wild West”. A los 30 años de edad, le otorgaron la ciudadanía norteamericana; en su juventud, aprovechó su espectáculo para hacer un show de futbol. Y aunque su tercera pierna era más corta que las demás, eso no fue un impedimento para llevar a cabo su acostumbrado show.
Lentini se empapó de un buen acervo cultural. Era constantemente invitado a fiestas, no por el hecho de tener 3 piernas. Su cultura era tan vasta que quienes le rodeaban, se sentían fascinados con sus conocimientos.
Además, el sentido del humor nunca lo abandonó. Cuando ingresaba a una zapatería a comprar calzado, con una sonrisa pedía al empleado que le trajera el tercer zapato. Siempre compraba 2 pares y decía que después de todo, el cuarto zapato se lo regalaría a un amigo suyo que sólo tenía una pierna.
En vida, con su espectáculo ganó mucho dinero, y en una de esas reuniones, conoció a Teresa Murray, con quien se casó, procreando 4 hijos, quienes nacieron sin defecto físico alguno.
Siempre vistió de manera impecable, y fue respetado por quienes le conocieron. Sus modales eran refinados, comportándose a la altura de un caballero. “La vida es hermosa”, fue su célebre recitar, y nunca se le escuchaba quejarse.
Francesco Lentini falleció en Jacksonville, Florida, el 22 de septiembre de 1966, a la edad de 77 años. Su vida fue todo un ejemplo que debe seguirse, ya que de un defecto que ante la sociedad lo convertía en un fenómeno, supo superarlo y sacar provecho para convertirse en el “hombre sensación” del momento, que siempre se cultivó, llegando a ser admirado en todo aspecto, y hasta se casó con una hermosa mujer, que vio en él la belleza de su corazón, y no le importó su aspecto físico, viviendo a su lado una vida llena de felicidad, de la cual nunca llegó a arrepentirse.